martes, 23 de diciembre de 2008

Me tragaré las mentiras, me tragaré tus máscaras y la de todos; pronto llegará la noche y maldeciré espejos de hipocresía, anudaré espectros de bondad y al salir el sol, despertaré con ansias de adjudicarme, con hambre de verdad. Espantaré a todo cuerpo, a toda vida con la simple verdad. Bañaré horizontes, escupiendo bocanadas de verdad; solo de verdad, sin máscaras, sin dar tregua ni perdón.
No hay retorno, ésta es mi elección, opto por la verdad y nada más que la verdad. Aquél al que no le complazca puede retirarse, con son de perderme de vista, siguiendo en espejos y reflejos de hipocresía. No soy la fiel imagen de una justicia, ni tampoco de lo correcto, pero… ah cuanta verdades diré! Y sin mascaras, sin envoltura, sin dar tregua ni perdón, oh sí, yo las diré; las escupiré y arrebataré toda acción de mezquindad, de mentira disfrazada con una supuesta “verdad”
23/12/2008 C V. R Tishia

viernes, 17 de octubre de 2008

Una temporada en el infierno -Arthur Rimbaud-


Antaño, si mal no recuerdo, mi vida era un festín donde corrían todos los vinos, donde se abrían todos los corazones.Una noche, senté a la Belleza en mis rodillas. Y la encontré amarga. Y la injurié.Yo me he armado contra la justicia.Yo me he fugado. ¡Oh brujas, oh miseria, odio, mi tesoro fue confiado a vosotros!Conseguí desvanecer en mi espíritu toda esperanza humana. Sobre toda dicha, para estrangularla, salté con el ataque sordo del animal feroz.Yo llamé a los verdugos para morir mordiendo la culata de sus fusiles. Invoqué a las plagas, para sofocarme con sangre, con arena. El infortunio fue mi dios. Yo me he tendido cuan largo era en el barro. Me he secado en la ráfaga del crimen. Y le he jugado malas pasadas a la locura.Y la primavera me trajo la risa espantable del idiota.Ahora bien, recientemente, como estuviera a punto de exhalar el último ¡cuac! pensé en buscar la llave del antiguo festín, en el que acaso recobrara el apetito.Esa llave es la caridad. ¡Y tal inspiración demuestra que he soñado!"Tú seguirás siendo una hiena, etc... declara el demonio que me coronó con tan amables amapolas. "Gana la muerte con todos tus apetitos, y con tu egoísmo y con todos los pecados capitales".¡Ah! ¡por demás los tengo! Pero, caro Satán, os conjuro a ello, ¡menos irritación en esos ojos! Y a la espera de las pocas y pequeñas cobardías que faltan, desprendo para vos, que amáis en el escritor la ausencia de facultades descriptivas o instructivas, unas cuantas páginas horrendas de mi carnet de condenado.

Arthur Rimbaud