-Dióse la media vuelta y fijó la vista en un punto, y con lágrimas en los ojos se despidió de aquello que jamás iba a volver a ver –por lo menos no lo volvería a ver/sentir como antes- ; el dolor, que de ser un sentimiento que insistió con persistencia durante gran parte de su vida, ahora persistente o no, simplemente seria un dolor desnudo… despojado de todo ropajes de espinas. Ahora era tiempo de dar la media vuelta, pero mirando hacía adelante socavando todo ese mal sentir, para que sencillamente, subsistir sea más que un acto de inercia…cuán si todo ahora lo sintiera inerte, al menos sus pies no se detendrían.
17/02/10 C V. R